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Zaragoza-Bilbao Basket | Liga Endesa Jornada 9: directo y crónica.
Zaragoza-Bilbao Basket | Liga Endesa Jornada 9

Una victoria para honrar los 600 partidos en la ACB

El Bilbao Basket sabe reinar en el caos e imponerse a la baja de Hakanson para sumar un triunfo de oro en la cancha del Zaragoza

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Sábado, 26 de noviembre 2022

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El Bilbao Basket tardó seis minutos en meter su primera canasta, dio la vuelta a un mal comienzo, se sobrepuso a todas las adversidades y aguantó el arreón final del Zaragoza para honrar con una victoria de muchos quilates su partido número 600 en la ACB. Convirtió el encuentro en oro molido tras reinar en el caos y ordenarlo a su manera. Fue de menos a más, estiró la goma todo lo que pudo y supo sufrir cuando tocaba para hacerse con el quinto triunfo en la Liga Endesa. Un tesoro que le permite nadar en aguas tranquilas y calientes, eso sí, sin caer en el error de abandonarse a la vida contemplativa. El Surne sacó adelante un choque que no había por donde cogerlo, lo cosió y se hizo un traje a medida. Salió del Príncipe Felipe con una sonrisa y la cabellera de los maños.

El partido empezó tres cuartos de hora antes de lo previsto en forma de una noticia pésima. Ludde Hakanson era «baja de última hora por problemas musculares», según avanzó el club, un jarro de agua fría para los hombres de negro, arropados en el Príncipe Felipe por 300 aficionados llegados desde Bizkaia. De nuevo cojos en la rotación, cortos de efectivos, condenados una vez más a un cambio de fichas perjudicial para el desarrollo de su mejor baloncesto. Como el que exhibieron la semana pasada ante el Fuenlabrada, con los 12 jugadores en perfecto estado de revista y todas las piezas en su sitio. Parece que contar con la plantilla entera de una manera regular es un pequeño milagro, algo que la vida niega a un bloque que pelea por la supervivencia en un mar lleno de tiburones. Aun así, sin la brújula sueca, los de Ponsarnau se pusieron las pinturas de guerra y salieron victoriosos.

Podría escribirse un ensayo de lo que fue el primer período en la capital de Aragón. Llevaría de título 'anticuarto', un fiel reflejo de lo que se vio en el parqué. Acabó con un increíble 10-5. Sí, lo han leído bien, los hombres de negro solo fueron capaces de meter dos canastas de dos y un tiro libre. Dos de 16 en tiros de campo –un cero de seis en triples incluido y cinco tapones digeridos– dibujaban un panorama desconcertante y de imprevisible desarrollo. Menos mal que los maños también tenían la puntería más desviada que las escopetas de feria, con un tres de 16 en lanzamientos de juego. Por cierto, Withey y Kyser fueron los que pasaron el extraño objeto naranja por la red. En el bando anfitrión lo hicieron Yusta, Jessup, Simanic y Ponitka. Cuatro de sus diez puntos llegaron de tiros libres.

Era de complicada digestión el plato que servían los dos equipos en el Príncipe Felipe. Afortunadamente, el panorama cambió a mejor en el segundo cuarto, en el que los hombres de negro por fin se reconocieron en el espejo. El artífice del cambio se llamaba Denzel Andersson, quien metió dos triples consecutivos para remolcar al equipo a cuatro (15-11). El Bilbao Basket volvió a tener pulso y mejillas coloradas. Un parcial de 2-12 le puso arriba por primera vez en el partido (17-20) gracias a un triple de Reyes. El baloncesto de los vizcaínos empezaba a fluir poco a poco, mientras que el Zaragoza fallaba canastas que se celebraban en la grada. Ver para creer. Sulejmanovic, quien llegó a jugar de cinco porque Withey se cargó pronto de faltas, aportó cuatro puntos seguidos y junto con Rosa colocó la máxima en el luminoso (21-30). El joven Mara convirtió un tiro libre y mandó el choque al descanso con ocho arriba para los bilbaínos (22-30).

Los hombres de negro salieron del vestuario con ganas de mandar. Olieron las dudas de un rival agobiado por la mala clasificación. Sin Hakanson y con Smith a medio gas, de nuevo incómodo en la dirección, el Surne supo picar piedra y acabar haciendo polvo a su contrario. Kyser, Radicevic y Sulejmanovic colocaron al equipo 12 arriba (24-36) y obligaron a Porfi Fiscac a gastar un tiempo muerto. De poco sirvió. Rabaseda puso la máxima (31-44), una renta importante que pese a todos los intentos del Surne no logró aumentar y cerró así el tercer cuarto (42-55). Quedaba todo pendiente para el período final, en el que tocaba defender el fuerte con uñas y dientes.

El Zaragoza se acercó a siete, pero Withey y Radicevic tiraron del equipo. El serbio conectó un triple y una penetración con bandeja para alejar a los de negro a más 11. Aire en los pulmones y dosis extra de calma. No tardó en desvanecerse con dos triples de Jessup y Simanic. ¡A tres los aragoneses! Entonces Francis Alonso cobró una falta más allá del 6.75 y mató el partido desde la línea de castigo, enterrado con el gorro posterior de Kyser que significó la tranquilidad. El Bilbao Basket no falló en su encuentro 600 en la ACB. Lo honró con su triunfo 274. Y va a por más.

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