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José Félix Cachorro
Sábado, 20 de noviembre 2021
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La visita del Bilbao Basket a Valencia se dividió en dos actuaciones literalmente diferentes. De la admiración a los hombres de negro en la primera parte se sucumbió hacia un pozo muy hondo.
El primer cuarto fue como una locura anotadora (30-36). Ludde Hakanson aprovechó el palmeo de Delgado en el saque inicial y anotó debajo de la canasta sin oposición. Era el adelanto del diluvio de puntos que vendría a continuación con el sueco en plan maestro, con once puntos con su firma, dos triples y sólo un tiro libre fallado. El escolta no estuvo solo. Los hombres de negro su apuntaron al asalto de La Fonteta con una exhbición de efectividad. Triples de Gytis Masiulis, de un Rafa Luz portentoso en defensa y de Tomeu Rigo, que reaparecía tras varias semanas lesionado.
Valencia
100
-
84
Surne Bilbao Basket
Árbitro Peruga, Torres y Alcaraz. Sin eliminados.
Incidencias 5.218 espectadores en el Pabellón Fuente de San Luis.
Momento clave Desarbolado en la segunda parte, el Surne sacó fuerzas de flaqueza y con el 88-81 tuvo dos triples liberados para meterse en el partido.
La defensa en este cuarto del Surne no estuvo tan bien -30 puntos recibidos-, aunque hubo determinación a la hora de proteger el aro y el Valencia se topaba con escollos, lo que a veces le obligó a precipitarse en el lanzamiento. Todo lo contrario le ocurría al Bilbao Basket en este periodo, con un escandaloso 90% en tiros de dos (9/10) y 77% de tres (5/6). Los 36 puntos del Surne suponen el mejor registro anotador en un cuarto en la ACB esta temporada.
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No cesó el vendaval visitante en el siguiente cuarto. Los 'taronja' se pasaron cuatro minutos sin añadir ningún punto a su casillero. Álex Reyes ingresó en la lista de los triplistas con dos aciertos. La Fonteta asistía a la superioridad coral de un rival que dominaba casi a placer, con descaro. Luz roba un balón y machaca, Delgado completa un dos más uno tras asistencia de Hakanson y Damien Inglis, un desconocido entre los mismos hombres de negro, realiza un mate a una mano. El guayanés soprendió gratamente en su estreno con el Surne. Al descanso se llegaba con un justo 41-57, con un equipo perdido en su cancha y otro tocado por las hadas.
La pausa sentó peor que la peste a los de Álex Mumbrú. Surgieron las primeras lagunas graves en defensa y el Valencia comenzó a sentirse cómodo. Dubljevic, Prepelic y Pradilla acumulaban más puntos y su equipo, suelto y fluido en las circulaciones ofensivas, subía la eficacia en el tiro, mientras el Surne se metía en enredos inúles y perdía demasiados balones. La claridad de la primera parte se tornó en la más absoluta oscuridad. Un triple de Prepelic obligó pedir un tiempo muerto a Mumbrú, que veía cómo la ola naranja cubría a sus jugadores. Sólo Valentin Bigote, con tres triples y sobrado de iniciativa en ataque, mantenía vivo al Bilbao basket en el tercer cuarto, que acababa ya del lado local (75-73). Las esperanzas de conquistar La Fonteta se habían apagado en un santiamén.
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En los diez últimos minutos se cumplieron las peores profecías. Simplemente, el Surne desapareció del partido contra un rival en estado de gracia. La sangría visitante del tercer cuarto, con un parcial de 31-11, siguió en el último capítulo (28-11). Nadie de los visitantes atinaba ya en casi nada mientras el Valencia se regocijaba en la remontada y hacía daño de todas las maneras posibles, con un buen puñado de triples conseguidos y canastas fáciles con asistencias a la zona. La segunda mitad del Bilbao Basket fue una caída libre inexplicable. Con una pesca de 27 puntos en dos cuartos se pierde un partido. Ya ocurrió lo mismo el año pasado, cuando se fue ganado de veinte para terminar perdiendo 99-90.
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