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UCAM Murcia 92 - 87 Bilbao Basket

Los hombres de negro siguen en blanco

Un pésimo comienzo lastra al Surne, que reaccionó, peleó con el alma, se puso por delante, tuvo el partido en sus manos y dejó que se lo arrebatara el Murcia

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Domingo, 10 de octubre 2021, 12:20

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No hay manera. Otro gancho en el hígado, de los duelen y doblan el cuerpo, un golpe que ha hecho hincar la rodilla al Surne Bilbao Basket en la cancha del Murcia. El equipo ha pagado un alto precio por su nefasta puesta en escena y los errores cometidos en los momentos clave de un partido que pudo haberse teñido de negro. Color esperanza, diluido en el rojo que vestían los jugadores del UCAM. Cuando todo estaba en el aire y posible, al alcance de la mano, los hombres de negro perdonaron la vida a un rival que entregó el martillo a Taylor para que pusiera el último clavo en el ataúd de los vizcaínos. Con el 86-84 en el marcador y menos de un minuto para el final, Delgado falló los dos tiros libres y segundos después el aro escupió un triple de Goudelock que hubiera significado una vida extra, tal vez definitiva. En vez de secar a los pimentoneros, vaciarles de contenido, fue Taylor quien acertó desde la línea mágica para cerrar el encuentro. La franquicia de Miribilla remó y salvó cientos de peligros para morir en la orilla, exhausta, colgada de los brazos de la 'mini mamba' y Bigote, de Masiulis, incapaces de sostener su peso. Se luchó y peleó hasta el final, pero el 0-5 hace daño a los ojos.

Igual de indigesto fue el comienzo de los hombres de negro. La primera canasta tardó dos minutos y medio en llegar. Fallos, pérdidas, intercambio de errores. Una verbena que poco a poco fue serenándose hasta tomar forma de un partido de baloncesto. Rousselle se encargó de abrir el marcador con una bandeja fácil. A partir de ahí, el Murcia cogió la batuta e hizo bailar al Surne al ritmo de su juego. Un parcial de 8-0 dejó aturdidos a los hombres de negro, incapaces de protegerse del plomo que les llovía de las manos de Davis y Taylor. Todo lo que tocaban lo transformaban en oro molido, pasado por la red para la desesperación de los vizcaínos. El americano con pasaporte azerbaiyano tiraba sin fallo –dos de dos en triples y uno de uno en lanzamientos de dos–. Su compañero californiano también veía el aro como una piscina: un par de aciertos desde la línea mágica en otros tantos intentos. Goudelock no podía con Davis y tampoco Rousselle conseguía parar a Taylor. El UCAM se iba con una facilidad asombrosa, gracias a las lagunas defensivas de su rival y hasta seis balones regalados por el Bilbao Basket en un horroroso cuarto inicial que se cerró 12 abajo (26-14).

Solo Goudelock respondía con fuego a la metralla enemiga. Clavaba triples forzados y no forzados, obligado a tirar de un carro que pesaba una tonelada. Pero en el segundo cuarto empezó a echarle una mano Bigote, por fin con la muñeca engrasada. El Surne dio un paso adelante, mejoró su baloncesto y respondió con un parcial de 0-8. Ya llovía menos (26-22). Withey, protegido con una máscara, ayudaba bajo los aros y la 'mini mamba' picaba inyectando veneno en el sistema nervioso del UCAM. El americano se fue al descanso con 11 puntos bien apoyado por el alero francés, quien metió nueve gracias a sus dos triples y tres tiros libres. Sito Alonso dio descanso a Taylor y a Davis y el Bilbao Basket lo aprovechó para ponerse a cuatro (39-35) antes de meterse en los vestuarios. Eso sí, las pérdidas aumentaban y el contador señalaba 11. Los daños se minimizaron gracias a un trabajo más coral.

Las consignas eran claras: ajustar la defensa, endurecerla, soltarse más y mejor en ataque y correr. Si el Surne recuperó el pulso en el segundo cuarto, que ganó de siete (13-21), en el tercero las palpitaciones se aceleraron y generaron adrenalina. Y eso que la segunda parte arrancó con dos pérdidas de Rafa Luz y Delgado. Si Mumbrú llega a tener una cuchilla a mano, se abre las venas. Pero el Bilbao Basket ya no era la caricatura del período inicial, sino un grupo con fe y plan de ataque. Delgado se activó con siete puntos y entró en combustión el joven Masiulis. El lituano hizo nueve sin fallo y cuando la 'mini mamba' mordió de nuevo los de Miribilla se pusieron por delante por primera vez desde aquel 0-2 inicial (51-52). Reyes les puso tres arriba y al final la tercera entrega de esta batalla acabó con los de negro por delante gracias a un acierto de Bigote (59-60). El galo facturaba hasta tal extremo que terminó como el máximo anotador del duelo con 21 puntos.

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Los hombres de negro estaban de pie, con las opciones intactas después de un comienzo horripilante. Al UCAM le entraron dudas y Sito Alonso buscaba la respuesta en las rotaciones, en la profundidad de su banquillo. Encontró un punto de apoyo en la muñeca de McFadden, quien entró en trance con 11 puntos en los momentos de la verdad. Imparable. También apareció de la nada Czerapowicz con tres triples, su único botín. Aun así, agarrados a la pista, los hombres de negro se colgaron de los brazos de Goudelock (19 puntos), Bigote y un buen Masiulis (12). El alero galo mandó un misil para poner por delante al Surne (83-84), pero Radovic respondió desde la esquina. 86-84. Y entonces se rompieron los sueños del Bilbao Basket. Dos libres fallados por Delgado y un triple de la 'mini mamba' que no entró conllevaron el castigo de Taylor: 89-84. Ahí murió el Surne. Cero de cinco. Final cruel. Pese al dolor, toca ponerse de pie y recibir al Fuenlabrada. El suero de la victoria es la única medicina para recuperar el pulso.

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