Ponsarnau: «Quiero hacer la mejor temporada de mi vida»

Los hombres de negro han roto a sudar con solo media plantilla debido a la ausencia de sus seis internacionales -Pantzar, Kullamae, De Ridder, Andersson, Tsalmpouris y Hlinason- y del pívot Sacha Killeya-Jones, con permiso del club para incorporarse en la segunda parte de esta semana. Se espera que la práctica totalidad de estos profesionales se incorpore a la dinámica del grupo en unos días, con la única duda del 'cinco' griego, metido en la preselección mundialista de su país. De ahí que el cuerpo técnico ha echado mano de seis canteranos para completar los entrenamientos y sacar el trabajo adelante. El único fichaje presente este lunes en Miribilla ha sido Alex Renfroe, el hombre encargado de pensar y ejecutar el baloncesto del Surne. «Me gusta mucho el equipo», ha reiterado Ponsarnau. Podemos mejorar los resultados del año pasado», se ha mostrado confiado, siempre con los pies en el suelo y apegado a la ética del trabajo como la única herramienta homologada de evolución.

Una vez más, el técnico del Surne ha recurrido a la frase que empleó más de una vez la pasada campaña para definir las bases del proyecto: ser uno de los mejores 16 de la ACB. «Es el objetivo primordial. Hay una realidad: hay 10 equipos con presupuestos claramente más altos que el nuestro. Y luego estamos el resto. A ver a quién le salen bien las cosas. Estamos con la ambición de que nos vaya bien y de seamos todo lo buenos que podamos ser». Ponsarnau se ha referido a las seis contrataciones acometidas y ha aclarado que la prioridad era «sumar salud -en alusión a la juventud y el físico-, capacidad para aguantar un curso con dos competiciones y de máxima exigencia. Queríamos contar con un equipo más largo en prestaciones y estirar la energía durante la temporada. Hay muchos melones por abrir y los abriremos con la máxima ilusión y confianza, pero los tenemos que abrir», ha sido cauto.

Bajas y altas

El preparador catalán ha admitido con naturalidad que el club quería renovar a «Ludde Hakanson» y a «Emir Sulejmanovic». «No ha podido ser. Fue una decepción, pero hay presupuestos más altos que sacan a jugadores de sus equipos», ha apuntado sobre todo en referencia al sueco, que se ha ido al Murcia. De todos modos, ha valorado el sentido común del Surne, respestuoso con su realidad. «Nos hemos movido con confianza y sensatez, sin perder la cabeza. Hemos buscado en el mercado y eso nos ha dado la oportunidad de construir un juego interior más largo», ha reseñado en alusión a Hlinason, Killeya-Jones y el propio Tsalmpourois, tres torres. «Tendremos más polivalencia y recursos». Ha lamentado la marcha de Hakanson, pero enseguida ha puesto en valor a Renfroe y a Pantzar. «Alex es un jugador súperexperto, con conocimiento de la Liga y de máximo nivel competitivo. A los jóvenes les vendra muy bien contar con un compañero como él».

Ponsarnau ha recalcado que este Bilbao Basket puede ser «más agresivo en defensa» y «correr en el ataque. Y luego tenemos tamaño. Podemos aprovecharlo en los dos lados del campo para encontrar allí más pluses competitivos». Tras alabar a Renfroe, el técnico también ha ensalzado el valor de Melwin Pantzar. «Le pretendían muchos equipos ACB. Queriamos contar con él hace tiempo y nos anticipamos. Nos puede dar mucho en ataque y en defensa, en físico, salud, energia e ilusión. Es algo muy importante». Ha subrayado que la Liga Endesa es la prioridad absoluta, aunque ha admitido que el Surne busca llegar lejos en la FIBA Euro Cup. Confía en lo que tiene entre manos. «Nos gusta cómo estamos haciendo el equipo. Todo ha salido bien. No esperábamos fallos en el mercado sino fichamos lo que queríamos fichar. Vamos a intentar sacar el máximo jugo a la plantilla. Si no lo sacamos, el entrenador será el culpable», ha comentado divertido.

Y luego ha reunido a los jugadores. Enfrente de ellos, colocados en un semicírculo, Ponsarnau ha desprecintado la pretemporada con dos frases afiladas: «Quiero hacer la mejor temporada de mi vida. Quiero que hagáis la mejor temporada de vuestras vidas». Y el balón voló por los aires.