Ponsarnau: «Hay que buscar las teclas para tener más solidez»

Lo cierto es que el Bilbao Basket brilló hasta el descanso y luego vivió entre tinieblas, con la amenaza de un Anwil que se acercó a tan sólo dos puntos en el último cuarto. Así lo reconocía Jaume Ponsarnau después del encuentro. «Hemos hecho la primera parte más sólida de la temporada», afirmó el técnico catalán, para a continuación puntualizar que «en la segunda hemos jugado y atacado peor. De todos modos, valoró que gracias al notable nivel defensivo en los dos últimos cuartos se pudo sacar el duelo adelante contra los adversarios polacos.

Ponsarnau considera que el declive en la parte final contra el Wloclawek se produjo porque «hay jugadores que quieren hacerlo bien y no salen las cosas y luego surgen las dudas». «Sabemos que tenemos que mejorar. Este es un equipo en el que se reparten confianzas», «necesitamos buscar las teclas que nos den solidez» y «hay que entender un partido en 40 minutos o más», reflexionó el técnico, quien también puntualizó que «no estamos mal» y recordó que el Surne está casi clasificado.

Un martillo y un ladrón

Sacha Killeya-Jones fue el hombre de negro más anotador (22 puntos) y el que obtuvo mayor valoración (18). No paró de atacar de frente el aro polaco, esperando asistencias y chocando cuerpo a cuerpo sin dar un paso atrás. El joven pívot fue incansable y se convirtió en una alternativa ofensiva en los instantes sin ideas. Impuso su categoría como un martillo pilón.

Entre los fogonazos deslumbrantes del Surne hay que destacar la anticipación y las manos más rápidas que un rayo de un campeón del mundo. Xavi Rabaseda se ganó con creces el aplauso de la marea negra por sus habilidades para hacerse con el esférico. Se lo quitó de las mismas manos a varios jugadores del Anwil, incrédulos ante la eficacia del ladrón. El capitán volvió a demostrar que es un cleptómano con la clara misión de desbaratar ataques del adversario. Firmó ocho robos.