Killeya-Jones destaca en el uno a uno del Bilbao Basket

El técnico no pudo evitar el horroroso comienzo en la pista del Anwil ni tampoco mejorar el balance defensivo, pero volvió a confiar en la mayoría de sus jugadores. A sus jugadores les faltó tranquilidad en demasiados momentos.

Mal inicio de partido, se recuperó después y fue castigado en las entradas. Sufrió con sus pares. Su último triple resultó definitivo.

Fue el más iluminado en la primera parte tanto por el ritmo que imprimó al juego como por sus oportunos puntos. Su exhibición continuó en la segunda parte.

Estuvo atento en los rebotes, pero no encontró pasillos a canasta a pesar de su insistencia. Rubricó cinco rebotes y cuatro asistencias.

Estuvo poco tiempo en pista, poco más de 4 minutos, pero ayer se notó más su presencia. Firmó un dos más uno y contó con piernas en sus tareas defensivas.

Vacío de puntos al descanso, no fue el brillante exterior que se vio contra el Granada. Se recuperó después pero cometió alguna pérdida..

Irregular. Su trabajo en todas las facetas se vio empañado por la falta de puntería. Jugó algo más de 9 minutos.

Potente en ataque y eficaz en defensa, volvió a destacar en las recuperaciones y en los rebotes. Su carácter es necesario en la cancha.

Un triple suyo ayudó a a impedir que el Anwil se marchara en el marcador. El equipo necesita más aportaciones del ala-pívot sueco en partidos cerrados.

Roba balones, se pelea con cualquier adversario y explota su fuerza bajo los aros, pero todavía puede sumar más cosas al Bilbao Basket.

Cambió la tendencia del duelo en el primer cuarto al llevar el timón en ataque hasta con un triple. Fue el revulsivo en los peores instantes.

Un actuación floja del gigante islandés en los dos tableros. Estuvo lento y se les escaparon balones en acciones ofensivas.