Una fase de calendario que pesa demasiado

Los hombres de negro dieron buena cuenta del MoraBanc Andorra, UCAM Murcia y Covirán Granada en Miribilla, además de pescar un triunfo de mucho valor en la cancha del Obradoiro. Cayeron con estruendo en Vitoria, un clásico, y luego abrieron un tramo de calendario que impone cantidades industriales de respeto. Todo ello mezclado con sus obligaciones europeas, donde las cosas van de maravilla. El equipo va con el pleno de victorias después de las primeras tres jornadas y este miércoles recibe al Anwil en un encuentro en el que puede sellar de forma virtual su pase a la siguiente ronda. Pero la ACB es otro mundo y al Bilbao Basket le cuesta encontrar ahora una rendija por la que asomar la cabeza y tomar algo de aire.

Porque si ya ha dejado atrás al Barcelona, Tenerife y Zaragoza -ganar fuera es una misión complicada para todos en general, menos en el caso de los transatlánticos, y sobre todo para los de Ponsarnau en particular-, lo que viene ahora tampoco permite ver algo de luz al final del túnel. Lo más inmediato -tras el choque con el Anwil- es la visita del Real Madrid. Los vizcaínos recibirán el domingo (17 horas) a una expedición de castigo que cuenta sus partidos por victorias en la ACB. También exhibe la misma hoja de servicios en la Euroliga. Aún jugando mal, como ayer en Granada, los de Mateo tiran de la profundidad del banquillo y de la calidad de sus estrellas para superar los días malos y resolver momentos difíciles en un par de minutos de inspiración

Después del Madrid, y de un nuevo compromiso continental, esta vez en Rumanía, el Bilbao Basket visitará al Joventut. Luego recibirá al Unicaja -antes se medirá al Caledonia en Escocia- y de nuevo saldrá fuera para enfrentarse al Valencia de Mumbrú. Es decir, cuatro rivales de máxima exigencia en la ACB combinados con compromisos europeos y viajes.

Al equipo le vendría bien reencontrase con su mejor baloncesto ante el Anwil después del desastre de Zaragoza. Le daría algo de confianza antes de verse las caras con el Madrid. Un partido en el que no hay nada que perder y un mundo por ganar.

Un detalle precioso de la marea negra para Emir Sulejmanovic

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Más de 200 aficionados del Bilbao Basket se desplazaron a Zaragoza para apoyar al equipo. Aguantaron como pudieron el hundimiento final de los hombres de negro. Aun así, una vez consumada la derrota, se quedaron en las gradas y aplaudieron a los jugadores. Toda la plantilla se dirigió hacia ellos y les devolvió el aplauso. Pero hubo mucho más dentro y fuera del Príncipe Felipe. Unos seguidores del Surne quisieron tener un detalle con Emir Sulejmanovic, quien defendió el escudo de la franquicia de Miribilla y ahora milita en el Casademont. Al ala-pívot bosnio le regalaron una hoja de metal enmarcada, con el escudo del Bilbao Basket en el medio y justo por debajo la inscripción 'Sule', con su número, el 19. Lo acompañaron con unas palabras en euskera, Betirako MiB (hombre de negro para siempre), y Defentsa Miribilla! A Sulejmanovic le encantó el detalle y hasta llegó a emocionarse. Y no fue lo único que recibió después del partido porque otra aficionada le regaló un surtido de alimentos variados traído de Euskadi.