La excitación crece en la cuenta atrás del Bilbao Basket

El capitán vivió esta experiencia por primera vez hace dieciséis años. «Estoy igual», bromea. «Tengo recuerdos lejanos porque en estos años han pasado muchas cosas. Recuerdo tener mucha ilusión, no tener nada que perder, los muchos ajustes que hacía Txus (Vidorreta). Son situaciones que te hacen sacar toda la adrenalina y la energía. Aunque las pierdas el recuerdo es bonito y la experiencia vivida te hace aprender». Define estos días como «una semana especial, bonita, en la que hay muchas entrevistas, mucha atención. Y te estás jugando un título así que son esas semanas que pocas veces se dan y que todo jugador quiere vivir. Vamos a disfrutarla y con todo para intentar ganarla». Pese a que el rival casi se haya olvidado de perder y es apuntado como indiscutible favorito. «No es que nos venga bien, es así. Están haciendo la mejor temporada de la historia en la LEB, demuestran todo el potencial y juegan en casa, así que tienen todo para ganar. Pero en deporte no siempre gana el que parece que lo hará».

El base austríaco levantó este título en las filas del Andorra. «El trabajo es el mismo. Se nota que estáis más periodistas y hay más fotos antes que un partido normal. Pero en lo deportivo trabajamos duro como siempre y estaremos listos». También ha perdido alguna final, pero su moraleja es que «al día siguiente sale el sol. Es una final a un partido que empieza cero a cero y mide a dos equipos muy buenos. Betis este año juega un baloncesto muy bueno, pero estamos listos y si hacemos nuestro mejor juego tendremos opciones».

En el instituto sí se vio en alguna situación similar, pero esta final copera es nueva para el escolta de Indiana. «Se nota que estamos ante un gran día y nos estamos preparando. Llegamos con la referencia cercana de dos buenos partidos y sabemos que nos espera el mejor equipo. En lo personal es mi primera final en una Copa y eso hace que me sienta muy ilusionado. Es una semana distinta por lo que nos espera, pero no lo parece porque la rutina de trabajo es intensa, la habitual. Jugaremos contra el mejor equipo y nuestra misión es llegar al sábado listos, lo mejor posible. Sabemos que cada compañero dará el máximo y tendremos nuestras opciones».

El jugador balear lucha a brazo partido por aumentar el minutaje de confianza que le brinda Álex Mumbrú. Y lo está consiguiendo. «Esta final significa que hemos hecho bien las cosas en la primera vuelta. Vamos con ganas de quitarles el título. Iremos a morir. Aunque vayan de favoritos no creo que vayan a relajarse. Llevan 18 seguidos y eso significa que en los partidos no se relajan». Reconoce en lo personal que «trabajo al cien por ciento y cuando Álex me da una oportunidad me vacío, lo doy todo. Tengo ganas y ojalá disponga de minutos en la final para ayudar al equipo».

No se encontraba muy católico el lunes y ayer, tras comprobar que un virus gripal se había cebado con su salud fue confinado en su domicilio para intentar su recuperación y no arriesgarse al contagio del grupo. Ganó la entonces Copa Príncipe en 2010 con el Melilla y le tocó dejarse alguna más por el camino.

Espina clavada a la lituana. El alero se ha visto en dos momentos de la verdad en la categoría y no logró estar en el bando ganador. «Para mí sí es un partido diferente porque todo puede pasar. Estamos en la fase de prepararnos e iremos sólo pensando en ganar. Estuvimos mal hace tres semanas, pero contra Huesca era un partido importante y ahora tenemos buenas sensaciones. Es una final a un partido, y cada una que ha habido es diferente. Hay más presión. Ellos pueden seguir y ganar treinta partidos seguidos. Y también perder el sábado contra nosotros». En LEB, perdió una Copa y una final de play-off en el quinto encuentro. «Es la tercera y la tengo que ganar».

El jugador riojano es uno de los que más espera reivindicarse en el conjunto bilbaíno. Y la de Sevilla es una oportunidad magnífica para hacerlo. «Ha habido ocasiones a lo largo del campeonato en las que ellos han tenido que sufrir y han pasado por dificultades. Y si se las presentamos igual no saben contrarrestarlas. Nosotros tenemos que intentar jugar nuestro partido. En una final te pueden salir las cosas bien o mal, pero superar al Lleida y al Huesca nos ha venido bien para subir nuestra moral. Tenemos ganas de hacer algo que pocos han hecho». Martínez incide en que «tenemos que intentar por todos los medios que no sea el día del Betis». Respecto a su producción ofensiva dice sentirse «con confianza y espero poder aportar lo que haga falta».

El ala-pívot brasileño es uno de los hombres de negro que ha ganado la Copa de la Princesa. Lo hizo el año pasado en Lugo ante el Manresa, con aquel 90-86 para el Breogán y 11 puntosen su casillero. «Estamos en una buena dinámica de equipo y de juego en las dos últimas jornadas. Hay más química. Para nosotros es muy importante la Copa, y vamos a Sevilla con la mentalidad de ganar. Queremos disfrutar con este encuentro y volver a Bilbao con la 'taza' (así llaman a la Copa en portugués)», deseó. El de Curitiba quiere repetir celebración, pero sabe que «el Betis puede salir como favorito porque lleva una muy buena racha de resultados. Nosotros tenemos que ir a lo nuestro, ante un rival que tiene buenos jugadores. La clave va a estar en jugar muy bien en defensa, donde creo que somos buenos y donde tenemos confianza». ¿Puede ganar el Bilbao Basket?: «Claro que sí».

«Puede que sea mi último partido aquí porque la idea es que salga cedido. Soy consciente de dónde estoy. Me hacía mucha ilusión estar en casa, pero es Bilbao Basket, equipo de ACB y sabía las consecuencias. La cesión es para tener minutos. Soy joven y a estar alturas de mi carrera no puedo estar sin jugar. Es una buena oportunidad de cara al futuro». Lo dice el sestaoarra con una madurez loable, para añadir en clave grupal que «no nos hemos planteado la posibilidad de la Copa, sino hacer buenos partidos y acumular victorias y eso te lleva a ella. Sevilla está haciendo una temporada increíble y nosotros estamos a su altura».

Iván Cruz es de los que piensa que la final del próximo sábado va a ser «un partido muy bonito. Toda la plantilla está muy concentrada y estamos ahora en un buen momento. Tenemos muchas ganas de ir a Sevilla y competir contra un gran equipo. Y allí puede pasar de todo porque ningún partido es igual. Ellos son los mismos que cuando jugamos en Liga (70-64 para los andaluces), aunque tienen un poste nuevo. Puede que hayan cambiado las cosas desde entonces, por eso será un encuentro muy difícil», aventuró. El madrileño entiende que el Betis es favorito porque «jugar en tu casa te da más confianza en este tipo de compromisos. Generalmente, las finales se las llevan los clubes que juegan como locales, pero nosotros no nos fijamos en eso». Mejoradas sus prestaciones, dice que «intento dar siempre lo mejor de mí. Unas veces en anotación y otras en rebote».

Benjamin William Lammers es uno de los jugadores revelación de la LEB Oro. Ha recibido muy buenas críticas y sonríe tímidamente cuando se le indica que será uno de los jugadores a seguir por el Betis. «No sé si será así, pero espero jugar como últimamente y ayudar a mi equipo a conseguir la victoria. Además, es mi primera final como profesional y va a ser un partido para disfrutar. Creo que hemos hecho una buena mitad de temporada y por eso hemos conseguido llegar a este partido. Ahora hay que tratar de ganarlo». El de Houston, a sus 23 años, progresa en una Liga «que está siendo muy igualada y en la que estoy aprendiendo mucho». Otra buena lección la tendrá que aprender el sábado ante «un equipo que ya nos ganó y que demuestra por resultados que es el mejor».

El pívot danés se encuentra más que motivado. «I'm so excited (Estoy muy emocionado)», se arranca. Confirma que «cada vez nos encontramos mejor. Hemos pasado hace poco tiempo por malos momentos, pero vamos bien a Sevilla. Hemos hecho bien las cosas en muchos partidos. Si miramos la clasificación estamos segundos». Cuando se le hizo la misma pregunta que a Demetrio sobre si ve posibilidades de ganar contestó con una sonrisa: «Of course! (Por supuesto)».