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El síndrome del equipo sin suerte

La baja de Balvin deja muy limitado a un RETAbet en reconstrucción para competir contra un Andorra al que tuteó durante 37 minutos

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Jueves, 3 de diciembre 2020, 18:18

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Un equipo sin suerte. Más allá de los planes del encuentro, del mayor o menor acierto, a una estructura de nuevo en formación como la de la franquicia de Miribilla no le pueden fallar los pilares. Menos aún en el

Así, a Mumbrú no le quedó más remedio que hacer virtud de la obligación. Mientras Balvin y Hakanson -el sueco dio negativo en su test del coronavirus pero le ha dejado con el pecho roto- animaban a sus compañeros desde sillas a pie de pista,

Por eso tuvieron mérito algunos pasajes de la función. De hecho, sólo el sprint estelar de Senglin decantó la balanza en favor de los andorranos. Con 66-68 en el luminoso a 3,29 minutos para el final el telón le cayó al Bilbao Basket sobre la cabeza. La puesta en escena fue un canto a la confianza. Había que tirar con Dos Anjos, dadas las circunstancias, y el brasileño recibió un apoyo total que le permitió combatir con mayores argumentos que los afines al quinto pívot de la manada. Dos rebotes en ataque, un tapón, otra captura en defensa, una falta cobrada y un ganchito bien ejecutado.

Y el equipo mantuvo el tipo en un pulso sin dueño, viciado por un arbitraje nefasto. Dos raseros en la medición. Lo que en un bando era 'flopping' en el opuesto un lance del juego. Brown, un pelo acelerado, buscaba la canasta con penetraciones en las que recibía hasta en el velo del paladar. «Sigan», que diría el rencilla de la vieja escuela. Decisiones en sí no letales, pero que concentran un daño tremendo en la línea de flotación de un grupo cogido ahora con alfileres al estar de reforma. De ese goteo de decisiones el RETAbet salió mal parado, desajustado y debilitado.

Pero siguió intentándolo. El

La vio Senglin y se coló hasta la sala de máquinas de Miribilla.

En poco más de dos minutos un parcial de 2-11 se llevó el partido a un 68-79 sin retorno. No llegó ni a desconexión. A lo sumo instantes de indefinición, suficiente para que el

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