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Varios jugadores del equipo celebran la victoria.

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Varios jugadores del equipo celebran la victoria. Ignacio Pérez

¡Éxtasis en Miribilla!

El Bilbao Basket derrota al Palencia (79-61) con una afición entregada en la grada, y disputará el 1 de junio en la cancha bilbaína ante el Melilla el primer partido de la Final Four para regresar a la ACB

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Miércoles, 22 de mayo 2019

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Imposible. O lo más parecido a ello.

Un conjunto que engancha. También en la segunda división nacional, por la que está pasando con equilibrio de humildad y ambición, virtudes que Álex Mumbrú ha sabido integrar en el ADN de su tropa. Amén del sacrificio y la necesidad de trabajar a destajo, de sol a sol. Estos hombres de negro siempre lo hacen. A veces, no pocas, se espera más, quizá se alimenta una sensación de superioridad que choca con lo nuclear de lo buscado.

RETAbet

Schreiner (15), Brown (20), Matulionis (6), Demetrio (5) y Larsen (4) -cinco inicial-; Rigo (5), Cruz (2), Martín, Salgado (8), Edu Martínez (5), Lammers (9).

79

-

61

Palencia

Sanz (3), Vasturia (14), Grimau, Otegui (14) y Gustys (10) -cinco inicial-; Hermanson (8), Omeragic, Cvetinovic (6), Kone (6), Zubizarreta.

  • PARCIALES 5-15, 16-13 (31-28), 20-17 (51-45), 28-16 (79-61).

  • ÁRBITROS García León, Alcaraz y Gómez Luque.Eliminados Sanz y Hermanson.

  • INCIDENCIAS 9.644 espectadores en un pabellón de Miribilla abarrotado.

Notable el Palencia. Enorme el trabajo de un Carles Marco que devolvió la capacidad de castigar a su grupo, de plantar cara y jugar sus bazas atrás, porque en ataque calidad le sobra. Se topó con un Mumbrú que apeló, más que nunca, al método en el que confía. Tres pequeños cuando hay que controlar a riesgo de perder capacidad en el rebote, los habituales emparejamientos de Salgado-Lammers y Schreiner-Larsen, galones para Cruz y Edu Martínez, omnipresente en querer hacer Brown e intermitencia de Matulionis y Demetrio, con Rigo echando aliento helado al cogote de sus presas. Prescindió de Huertas. Pero volverá.

Porque lo que buscaba era limitar el descontrol. Y el gran riesgo de salida era que el ambiente se volviera en contra, que excitara en exceso a sus jugadores y ello provocara lagunas, casillas vacías en su juego. Hasta esa asignatura la aprobaron, aunque les costó lo suyo. Comenzó el Palencia marcando las normas a seguir. Ambos rivales lo apostaban todo atrás, culos gachos en señal de tensión en la marca. Marcajes directos contra los tiradores habituales, reconocibles. Los visitantes fueron generosos con las zonas y su éxito fue de más a menos. Sí consiguieron las primeras hacer que el RETAbet se precipitara no pocas veces en el tiro. Con tiempo de sobra y posibilidades de conexión, el anzuelo de ser protagonismo fue engullido con relativa frivolidad, seguro que basada en seguir el dictado de un corazón que iba a mil por hora.

La bola quemaba en ocasiones, pero Schreiner fue creciendo como un líder con las ideas claras. Dos triples suyos seguidos fueron los que proyectaron al Bilbao Basket desde un 40-35 que impidió al Palencia tener opciones reales de hacer la goma. El cuerpo a cuerpo había sido increíble.

Una velada de las que ya forman parte de la historia de este club. No podía suceder nada malo. No con esa implicación dentro y fuera del parqué. Hombres de negro, os quedan dos escalones. Ysabéis que no estáis solos. Ayer 9.644 gargantas se fueron afónicas a casa.

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