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Capítulo 600 para el Bilbao Basket

Capítulo 600 para el Bilbao Basket

Con 599 partidos en la ACB, el Surne cambia hoy de prefijo en Zaragoza, donde busca celebrar la efeméride con su triunfo 274 en la élite

Robert Basic

Sábado, 26 de noviembre 2022, 00:56

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El 3 de octubre de 2004, el Bilbao Basket jugó su primer partido en la élite del baloncesto nacional. El balón voló por los aires a las siete de la tarde, con 5.000 aficionados en las gradas de La Casilla. No cabía un alfiler, solo pasión y orgullo por un equipo que comenzó a escribir el prólogo de una nueva historia con el firme deseo de convertirla en interminable. El Baskonia dinamitó el derbi con un demoledor 57-104 -«fue un tortazo bien dado, del tipo 'bienvenidos a la ACB. Esto es lo que hay'», recordó hace poco en las páginas de EL CORREO Javi Salgado-, pero aquel día empezó una aventura que, al margen del apagón puntual en 2018, continúa vigente. Los hombres de negro, que fueron rojillos en su estreno en la máxima categoría, juegan este sábado en Zaragoza su partido 600 en la Liga Endesa. Un número redondo que pide a gritos una victoria que honre su trayectoria desde 2004.

Vídeo.

El Bilbao Basket cumple su decimoctava temporada en la élite, un lapso temporal en el que ha vivido alegrías, dramas, estuvo al borde de la desaparición, resucitó, bajó, pero jamás perdió la categoría. También disfrutó de un tiempo de vino y rosas, con aquella final de la ACB disputada en la campaña 2010-2011 contra el Barcelona. Antes había eliminado en las semifinales al Real Madrid en Miribilla, donde se vivió uno de los ambientes más extraordinarios que se recuerdan. El suelo temblaba literalmente, al igual que el gigante blanco, que cayó con estruendo en el parqué del infierno ante casi 9.000 almas. El equipo jugó Copas y Supercopas gracias a sus resultados en la liga regular, experiencias que construyen el pedestal de los 600 encuentros, al igual que la bilis tragada en los momentos duros. Es lo que es hoy en día el Surne, que también fue Lagun Aro, Iurbentia, Bizkaia, Gescrap, Uxue, Dominion y RETAbet, una entidad humilde arropada por su marea que ha hecho de la resistencia su modo de vida.

2004. El primer triunfo fue en Badalona.
2004. El primer triunfo fue en Badalona.

Una resistencia de la que han participado nueve entrenadores en los 599 partidos de la ACB. EL CORREO les ha reunido a todos -está disponible el vídeoreportaje en la edición web del periódico- para que rememoren su paso por un club que sigue peleando en la élite con un presupuesto de algo más de tres millones de euros -poco más de uno está destinado a la plantilla-. Txus Vidorreta, Fotis Katsikaris, Rafa Pueyo, Sito Alonso, Carles Duran, Veljko Mrsic, Jaka Lakovic, Álex Mumbrú y Jaume Ponsarnau hablan con el corazón en la mano, reconocen el valor de los encuentros disputados y recuerdan algunos de los momentos que les ha tocado vivir cuando defendían el fuerte de los hombres de negro y su bandera. Son parte importante de una historia que han ayudado a construir con su trabajo y dedicación, pendiente de ser homenajeada esta noche en Zaragoza con la victoria número 274 en la mejor liga de Europa.

«Cada gota de sudor»

Fue Txus Vidorreta quien llevó al Bilbao Basket a la élite, donde comandó a los hombres de negro en 189 partidos. Nadie tiene tantos como él, que, cosas del baloncesto, acaba de cumplir 600 encuentros como entrenador en la ACB, los mismos que alcanzará hoy el Surne. «Me quedo con dos momentos: la primera victoria en el Olímpico de Badalona -justo después de la derrota inaugural ante el Baskonia- y ser líderes de la clasificación en la temporada 2007-2008 casi al término de la primera vuelta, en el cambio del año». El técnico de Indautxu, ahora en el banquillo del Tenerife, siente como suya la efeméride que está a punto de alcanzar el club de su vida. Al igual que Fotis Katsikaris, quien dirigió a los vizcaínos en 132 choques ligueros. «600 es una cifra importante y estoy seguro de que habrá más». El griego jamás olvidará el cuarto choque de la semifinal por el título contra el Madrid. «Recuerdo cada momento, cada acción y cada gota de sudor que nos dejamos en el parqué, el grito de la grada. ¡Aupa Bilbao Basket!».

2011. Histórica final de la ACB contra el Barça.
2011. Histórica final de la ACB contra el Barça. I. Pérez

El único de los nueve que sigue en el club es Rafa Pueyo, ahora como director deportivo. Se hizo cargo del equipo en la campaña 2013-2014, aunque en la 2009-2010 dirigió un partido tras la salida de Vidorreta. «He tenido la suerte de ser partícipe de muchos de estos 600 partidos», comenta también en referencia a su extenso papel como segundo técnico. «Destacaría dos -momentos-: el primer y el único encuentro que se ha jugado contra un equipo NBA, los Philadelphia 76ers, y la victoria en aquella temporada (2013-14) contra el Barcelona. Con la marea negra -acota- esperamos cumplir muchos más en la mejor liga de Europa». Lo mismo desea Sito Alonso. «¡A por otros 600!». El hombre que estuvo al frente de la franquicia de Miribilla entre 2014 y 2016 llegó después de un verano convulso, en el que la entidad estuvo al borde de la desaparición. Por eso rescata el choque inicial y la victoria ante el Fuenlabrada. «La gente luchó y con el primer balón al aire rugió toda la afición, dando muestras de que era imposible sacarnos de allí», apunta en alusión a la ACB.

En números

  • 273 victorias en la ACB totaliza el Bilbao Basket en sus 18 temporadas en la élite

  • 46.459 puntos ha facturado el equipo desde que empezó a competir en la ACB el 3 de octubre de 2004, cuando debutó contra el Baskonia en La Casilla. Aquel día solo metió 57

  • 111 puntos es la mejor anotación del equipo en la Liga Endesa. La consiguió en la temporada 2012-2013 contra el Valencia con prórroga incluida

Luego llegó el turno de Carles Duran, ahora en el Joventut, a quien el Bilbao Basket dio la oportunidad de trabajar en la élite. «Mi familia y yo seguimos recordando nuestra vida en Bilbao y su gente. Quiero felicitar a todos los que han hecho posible este gran éxito. Todos sabemos lo difícil que es mantenerse en esta liga tan competitiva», valora el catalán. Las cosas se torcieron en su segundo año y fue destituido. En su lugar llegó Veljko Mrsic y, después, Jaka Lakovic se hizo cargo del grupo en las últimas cuatro jornadas de una campaña que caminó irremediablemente al descenso. «Desafortunadamente estuve allí cuando el equipo bajó, pero me llevé buenos recuerdos de la gente y la marea negra. Es una afición increíble. Por suerte -añade Mrsic, ahora en el Breogán-, el Bilbao Basket solo estuvo una campaña en la LEB y volvió donde debe estar. Que siga muchos años más». «Espero que esta cifra (600) se quede corta y que el Surne celebre muchos más partidos en la ACB», añade Lakovic, técnico del Gran Canaria.

2021. Salvación milagrosa ante el Joventut.
2021. Salvación milagrosa ante el Joventut.

Efectivamente, el equipo solo estuvo un año en el infierno y regresó a la élite de la mano de Álex Mumbrú, una leyenda del club ahora sentada en el banquillo del Valencia. Lo fue todo en la franquicia vizcaína. «Para mí ha sido un orgullo vestir su camiseta durante tantos años (nueve) y ser su entrenador (cuatro). Estoy orgulloso de la afición, de Miribilla, de la ciudad, del Bilbao Basket. Los llevo en el corazón». El catalán rescata del baúl de los recuerdos la final de la ACB contra el Barcelona, en la que «éramos 10.005 jugadores contra los cinco del Barça. Competimos hasta el final. Un beso a la marea, y que vengan 600 más». En ello está el timonel actual, Jaume Ponsarnau, quien quiere cumplir con su parte del trabajo en un «club histórico». Manda su mensaje desde donde empezó todo: La Casilla. «A ver si puedo contribuir con mi granito de arena para que esta historia sea más larga y convencer a los jugadores».

- ¿De qué?

- De que sigan dando todo para conectar con el elemento más importante, que es el público. Es el que ha hecho posible que esta realidad sea tan larga.

En realidad, el baloncesto y el deporte van precisamente de esto: de hacer feliz a la gente. Y la mejor manera de conmemorar los 600 partidos del Bilbao Basket sería con una victoria en Zaragoza. Es el regalo perfecto, negro como la noche, color esperanza.

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