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El Bilbao Basket tiene licencia para soñar con Europa a falta de dos jornadas para que concluya la Liga Endesa. De hecho depende de sí mismo. Ganando ambos duelos tiene plaza asegurada. Se lo ha ganado a pulso gracias a su fe inquebrantable ante el desaliento -innumerables lesiones y una manifiesta debilidad fuera de casa-, a su buen hacer en Miribilla -un fortín casi inexpugnable- y a su intachable compromiso. Y es que, con los deberes hechos desde hace casi dos meses al haber asegurado la permanencia en la ACB, más de uno se hubiera dejado llevar. Los hombres de negro no.
La afición, que ha convertido el Bizkaia Arena en una caldera para los rivales alentando sin desfallecer, bien merecía un esfuerzo final y así ha sido como quedó claro el miércoles ante el Río Breogán. Conjura y carácter pese a las ausencias y los numerosos tocados. Era el último tren para seguir aspirando a la Basketball Champions League y el Surne no lo dejó escapar. Los de Jaume Ponsarnau se subieron a él en marcha y tienen a dos pasos competir en el Viejo Continente por segunda campaña consecutiva.
Para que eso suceda, deben cerrar la temporada entre los diez primeros, ahora mismo son décimos. Aunque el presente curso incluso el undécimo y el duodécimo clasificados de la ACB la campaña anterior -Unicaja y Breogán- han disputado la Basketball Champions League por invitación es mejor no caminar por terreno resbaladizo. Mas vale asegurar el billete.
Tras doblegar al Breogan (83-66) ganando incluso el basket average, el cuadro gallego ha quedado prácticamente fuera de la carrera. La pugna por la novena y décima plaza es cosa de tres. UCAM Murcia -noveno ahora mismo con quince victorias- y Monbus Obradoiro -undécimo con 13 triunfos pero un partido menos, el que jugará hoy ante el Barça en el Palau Blaugranau- son los rivales de la franquicia bilbaína, que suma 14 muescas en su casillero.
Se da la casualidad que el próximo compromiso del Bilbao Basket será ante el cuadro murciano a domicilio -domingo 12.00- con lo que, en caso de victoria, los hombres de negro darían un paso casi definitivo hacia Europa. Sin embargo, atendiendo a sus números como visitante y las bajas y problemas físicos que arrastran algunos integrantes del plantel, la misión se presenta complicada. Un dato: Los de Ponsarnau llevan cinco meses sin ganar lejos de Bilbao.
«Picar piedra fuera»
Son como doctor Jekyll y míster Hyde. En Miribilla han doblegado a rivales del potencial del Barcelona o Valencia, pero a domicilio se han visto superados por equipos como el Fuenlabrada, que ya está descendido, o el Betis que también lucha por no bajar. «Hay que seguir picando piedra fuera», ha asegurado el técnico de los bilbaínos, consciente de la trascendencia del duelo ante los de Sito Alonso. El último partido liguero del Surne será en casa ante el Unicaja Málaga, que podría desembarcar sin nada en juego.
El calendario de sus rivales directos tampoco es fácil. Al UCAM Murcia, además del compromiso ante el Surne le toca rendir visita al Barcelona, mientras que el Obradoiro deberá medirse al Joventut en Badalona y al Fuenlabrada en casa, además del ya citado compromiso en Barcelona. La batalla está servida y todo indica que se resolverá sobre la bocina. La Champions es un interesante caramelo que ofrecer a la hora de acometer incorporaciones como las que deberá realizar el Bilbao Basket.
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