El Bilbao Basket hace oficial el fichaje del base serbio Nikola Radicevic

Con la salida de Jonathan Rousselle, ahora en el Dijon, los bilbaínos necesitaban cerrar el puesto de uno con una pieza contrastada y de garantías. Radicevic responde a este perfil porque estuvo nueve años en la Liga Endesa y conoce la competición a la perfección, un factor relevante a la hora de hacerse cargo de un Surne en pleno proceso de reconstrucción, tanto en la pista como en el banquillo. El serbio defendió los escudos del desaparecido Cajasol, Betis, Gran Canaria y UCAM Murcia, cuatro clubes con los que totalizó 146 partidos en la ACB. Sus registros tope fueron los 17 puntos anotados contra el Manresa (2017), nueve asistencias ante el Real Madrid (2017) y 26 de valoración frente al Barcelona (2018). "Nos va a aportar mucha experiencia. A pesar de su juventud, cuenta con una gran experiencia en ACB y en competición europea. Creemos que ha adquirido madurez en su juego y que está en la mejor edad para poder explotar todas sus virtudes", ha comentado Rafa Pueyo, director deportivo del Surne. "Nos puede aportar capacidad de dirección y de pase. Es un gran pasador. Y, por supuesto, le da un tono físico importante a la posición de uno por su envergadura y su tamaño. Estamos satisfechos", ha rematado.

Radicevic es un producto de la inagotable cantera del Partizan, donde llegó con 14 años procedente de su Cacak natal, localidad en la que también vino al mundo una leyenda como Zeljko Obradovic. Alcanzada la mayoría de edad, el base hizo las maletas, dejó Serbia y se trasladó a Sevilla. Hundió sus raíces en el desaparecido Cajasol y después continuó en el Betis. Estuvo un total de cinco temporadas en la capital andaluza, donde poco a poco iba creciendo con el balón en las manos. En 2015, Radicevic fue elegido en la segunda ronda del draft por los Denver Nuggets –pick 57–, aunque decidió retornar a Sevilla.

El serbio sumó minutos y tablas también en el Estrella Roja –jugó la Euroliga, la Eurocup y la Liga Adriática con los belgradenses–, probó suerte en Italia con el Dolomiti Energia Trentino, volvió a la ACB de la mano del Gran Canaria, le contrató el UCAM Murcia y luego se marchó al Promitheas griego y al Sopot polaco. Su décimo destino fue el Lietkabelis y ahora acaba de convertirse en el primer fichaje de los hombres de negro.