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Victoria camaleónica
BALONCESTO

Victoria camaleónica

El RETAbet tira de repertorio táctico para imponerse al Joventut sin tener un día de acierto exterior

JOSÉ MANUEL CORTIZAS

Domingo, 27 de noviembre 2016, 11:20

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Buen trabajo. Satisfacción por cómo llevó el RETAbet un partido que amenazaba complicaciones. Cercana la gesta de Berlín, el poso físico que incluyó aquella cita como sobreprecio suponía la incógnita de la ecuación. El balance no pudo ser mejor. Que un oponente como el Joventut, en clara línea de recuperación con tres victorias en las cuatro últimas jornadas, no llegara a colocarse ni una sola vez por delante en el luminoso en Miribilla es una buena constatación de lo ocurrido, de cómo se metieron en faena los hombres de negro, generosos en la brega, incluso más activos al no tener una de esas matinales mágicas en la tabla de tiro.

Aunque el arranque invitaba a pensar lo contrario. Revisó su libreto el RETAbet y volvió a cazar desprevenido al rival con la conexión salto inicial cabalgada de Eric. Marca de la casa, copia registrada que no por conocida sigue sorprendiendo a la competencia. 9-3 de parcial con Bamforth hiperactivo, recuperando temporalmente sensaciones en la anotación. Mumbrú provocaba un par de indecisiones seguidas que contabilizaban como pérdidas badalonesas; el ataque era fluido en su concepción y con las primeras rotaciones se pudo constatar el hambre generalizada. Mendia acuñó un stint de garra, se apuntó a la anotación, reboteó y manifestó cómo la garra y la aplicación es un argumento que concede tiempo en la pista.

Los de Ocampo no se quedaban atrás en el buen movimiento de la bola. Su circulación primigenia hablaba del triple como querencia. Por momentos afinaron su puntería y evitaron que los locales pusieran excesiva tierra de por medio, favorecidos en parte por la resistencia de sus lanzamientos lejanos a pasar por el aro. Bamforth se plantó para culminar dos contras desde la línea mágica y no atinó.

Con la segunda unidad (Tabu, Lapornik, Todorovic, Mendia y Buva) continuaron las buenas noticias para la parroquia de Miribilla. Se alcanzó la decena de renta por primera vez (31-21) con uno de los tres rebotes en ataque que Buva canjeó en canastas. El Joventut se resistía a entregar la plaza y le allanaba el camino un RETAbet ya definitivamente sabedor de que no tenía pinta la mañana de decididirse desde la línea de tres (2 de 11). Duran aportaba novedades, cambios, variantes que fortalecían su patrón de juego. Optó por colocar a Hervelle como cinco manteniendo a Nikolic en el cuatro y el grupo cerró filas en defensa, cuajando sus mejores instantes en la defensa de su aro. El premio fue llegar al descanso con una docena de puntos de botín.

La reanudación penalizó en su primera posesión a Eric, que cobró su tercera personal. Pese a ello, el nigeriano apretó los dientes y aportó de inmediato dos opciones de dos más uno pese a nacer con malas recepciones suyas. La Penya amenazaba con un triple de Sabat que Hervelle contestaba. Para gestionar el cansancio, Duran seguía ofreciendo alternativas. Tabu, Bamforth y Lapornik en el caso del sosiego para Mumbrú. Y Buva culmina el cuarto con otra captura en canasta rival que convirtió en puntos.

Cuando el Joventut echó el resto en el tramo final lo hizo con esa sensación de ahogo que te mueve a hacer lo que sea, léase a lanzar desde las posiciones más arriesgadas. Aunque también supo proponer tapados, como su Lapornik y Vasiliauskas. Un 0-5 permitió la aparición del nerviosismo en una hasta entonces tranquila mañana de basket en Miribilla. Le costaba anotar al RETAbet, pero al menos metía en bonus a los catalanes en dos minutos. Cada vez que se reducía el margen de seguridad el Bilbao Basket encontraba una solución en su repertorio. Un tapón de Eric que proyecto un ataque que Tabu culminó con un triple (70-62) prologó la aparición estelar en ataque de Tobias Borg. Vitales sus únicos cinco puntos. Los primeros con una penetración valiente (72-64) y después con un triple que volvió a frenar en seco a los del Olimpic (75-66). Y como guinda cobró una falta en ataque al ser arrollado en el bloqueo por Jerome Jordan.

Fue el sueco el reactivo que evitó el crecimiento de la inquietud en un partido en el que Salgado volvió a ser un hombre testimonial y Mumbrú se confirmó, con las siete capturas recogidas, como el máximo reboteador en la historia del Bilbao Basket. El capitán refleja el valor añadido de este colectivo. No fue su día en el tiro de campo (2 de 10) pero contribuyó con dichos rebotes y cinco asistencias al control de la situación, a una victoria que mantiene a la franquicia de Miribilla entre las de momento elegidas para disputar la Copa del Rey. Y ahora pensar en el Siemens Arena de Vilnius, donde el miércoles quiere darle otro bocado a su continuidad en la Eurocup.

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