Penas fuera para viajar a Trento

De esa guisa viajaron ayer a Trento. Sin bajas. Aquí nadie se desapunta. Aunque con los cuerpos barridos por el virus de turno, Ruoff, Borg y Óscar Lata no han desatendido sus obligaciones. Están para que Sito Alonso exprima lo que puedan dar. Si al final sólo pueden tirar de toalla en el banco, su aliento será igual de importante. Porque el Bilbao Basket quiere exportar su condición de equipo, dentro y fuera de la cancha. Necesita mejorar, evidentemente, pero su evolución, partiendo de la de cada individuo, se proyecta como una secuencia de relevos en la que no hay comparsas ni secundarios.

Buena prueba de fuego para reafirmar la capacidad de reacción, que la tiene, este equipo que sigue invicto en Europa a domicilio. También lo estaba en la Liga Endesa. Sería demasiado cruel que en el plazo de tres días caducara tal registro en ambos frentes. Trento será otro rival atípico, como profundiza Sito Alonso. «Es el primer clasificado del grupo, es un rival que juega en casa y además lo hace bien. Ha ganado partidos en su cancha holgadamente y jugando buen baloncesto. Pero lo que tenemos que hacer nosotros es recuperarnos primero. Trento es un equipo muy diferente al resto porque tiene cinco jugadores que ninguno es pívot puro, su jugador más alto y que más puede jugar de cinco es un jugador con altísimo porcentaje de tiros de tres, lo que hace que el partido sea muy difícil para nuestros interiores y de muchas situaciones de ayudas no habituales en un partido normal. Con su juego a pista abierta y de sus situaciones de uno contra uno constantes con este tipo de jugadores, nos va a provocar hacer un gran esfuerzo».

El técnico sólo pide a sus hombres «recuperar las sensaciones de hace seis días, que las perdimos en diez minutos en Murcia». Si sus reglas básicas, relacionadas con el arrojo, la valentía y la decisión y medidas por intervalos no superiores a cada posesión se mantienen a flote, del resto se encargará la inercia, la calidad de un bloque que se presenta en este rincón prealpino del norte de Italia con el ego mancillado y ganas de restaurarlo.

Ampliar el abanico de juego será un objetivo en adelante identificable. El gran cambio dado respecto al año pasado, cuando la capacidad de producción en la pintura de Marko Todorovic y Latavious Williams era bestial, es que la nómina y por ende los quintetos en pista se superpoblan de posible tiradores. Si a eso se le añade que jugando lejos del aro el Dominion se encuentra más cómodo a la espera de definir mejor otras variantes tácticas, ello se convierte a la vez en un problema potencial. La cara, los 27 triples clavados en las dos salidas de Eurocup a Alemania, claves para romper las hostilidades y gozar de partidos cómodos por el control impuesto en el luminoso. La cruz, cuando la bola no pasa por el aro ni con recomendación. Sucedió en Murcia (6 de 31) apostando en mayor número de ocasiones por la línea mágica que por los tiros de dos.