Nicolás Laprovittola se deja querer por el Dominion

El base de Buenos Aires, de 1,93 de altura y 25 años, llegaría a Miribilla tras ser dos temporadas consecutivas una de las sensaciones en la liga brasileña, donde milita en las filas del Flamengo. Sus cifras indican que promedió 11,9 puntos (42.1% en triples), 3,3 rebotes, 5,7 asistencias, 1,2 recuperaciones y 15,2 de valoración en 27 minutos por encuentro. Números que le certifican como un jugador preparado para dar el salto a una de las mejores ligas del baloncesto mundial, aunque según el base, dejaría con «mucha pena» Brasil, un país que le ha dado «mucho». «Estoy muy feliz en Río de Janeiro, pero soy ambicioso», declaró. Ilusión y ganas de triunfar no le faltan.

Al mismo tiempo, al hablar sobre de que tipo de jugador se trata, él se define como «un base que intenta liderar y llevar el juego a lo que más le convenga al equipo». Similar a hombres con pasado en la capital vizcaína, como Javi Salgado y Marcelinho Huertas o al actual y único base del club, Raúl López.

Todorovic, al Khimki

Por lo que respecta al capítulo de bajas, otro de los que ha decidido cambiar la máxima categoría del baloncesto español por la liga rusa, pese a tener ofertas del Unicaja y Valencia, es Marko Todorovic.

El montenegrino, de 23 años, jugará en el Khimki, club con el que además de disputar la liga regular, tendrá la oportunidad de demostrar su calidad en la Euroliga,la mejor competición a nivel continental.